El desarrollo comunicativo y lingüístico en edades tempranas es sin duda uno de los procesos evolutivos de mayor trascendencia en la vida de todo ser humano.
Solo hace falta observar la magia de las primeras interacciones prelingüísticas entre un bebé y su familia. Los gorjeos, balbuceos, miradas, y todo el despliegue de aptitudes comunicativas que día a día se van armando y les permiten conectar,explorar y absorber información del mundo que les rodea.
Quizás, esa primera etapa preverbal suele pasar algo más desapercibida, sin embargo, alrededor de los 12 meses, cuando comienzan a aparecer las primeras palabras, las personas adultas de referencia empiezan a tomar mayor consciencia del lenguaje de su peque. Sobre esta edad se abre paso una segunda etapa, conocida como etapa lingüística que nos lleva hasta los 5-6 años, edad en la que todos los niños y niñas han debido de alcanzar las competencias comunicativas y verbales esperadas.
Pero, ¿todas las criaturas adquieren el lenguaje de la misma manera y al mismo ritmo? Absolutamente, no.
Muchas familias con peques entre los los 2 años y 3 años y medio llegan a consulta con una de las preguntas e inquietudes más habituales: “¿Es normal que mi hijo/hija no hable aún? (o al menos, no como se espera).”
Como familias, buscar esa “normalidad” es totalmente natural, sin embargo, siempre es importante aclarar que cada peque tiene sus propios ritmos. Por tanto, tendremos en cuenta los hitos evolutivos del desarrollo como algo orientativo y no como referencias exactas.
Una vez dicho esto, para contestar a esta pregunta resulta necesario realizar una valoración exhaustiva del niño/niña. Esta valoración requiere de una primera toma de contacto con la familia a través de una entrevista inicial, además de varias sesiones con el peque. Dependiendo del caso concreto necesitaremos más o menos sesiones para conocer las necesidades y objetivos a abordar.
Por tanto, como logopeda, ¿qué información necesito conocer en un proceso de valoración de este tipo?
- Historial clínico y evolutivo del niño/niña.
- Cómo es su carácter y personalidad, cuáles son sus gustos e intereses, qué le hace sentir seguridad y mayor comodidad y confianza.
- Habilidades comunicativas, lenguaje y habla: intención comunicativa, habilidades prerrequisitas, existencia o no de función impertativa/declarativa del lenguaje, uso de vocabulario expresivo y comprensivo,la existencia o no de unión de palabras con sentido de frase, etc.
- Habilidades sociales con su grupo de iguales y con personas adultas conocidas.
- Juego: cómo es su juego, qué tipo de juguetes le gusta, qué función le da, etc. ¡El juego nos da muchísima información y es de gran relevancia!
- Indagaremos y exploraremos de forma colaborativa junto a la familia, cómo es el estilo comunicativo que usan en casa, identificando la existencia de estrategias favorecedoras que potencien el lenguaje de su niño/niña y buscaremos trabajar sobre aquellas que pueden dificultarlo.
Un alto porcentaje de estos peques a los que llamamos hablantes tardíos, con estimulación y el acompañamiento y la guía adecuada a la familia terminan alcanzando los hitos lingüísticos deseados sin mayor problema.
En próximas entradas, te cuento un poquito más acerca de la metodología de trabajo que llevamos a a cabo con peques y familias que requieren acompañamiento para superar sus dificultades del habla y del lenguaje en edades tempranas.
Si como mamá, papá o profesional que trabaja con infancia te surgen dudas, puedes contactar conmigo sin ningún tipo de compromiso.
¡Un abrazo!
Sara Castaño González
Logopeda especialista en desarrollo infantil y familias
Col. Nº 29/0886