En el Día Mundial del Ictus, enfermedad cerebrovascular que supone la segunda causa de muerte en la población mundial, incidimos en la necesidad de concienciar a la población de las señales de alerta del ictus para una rápida actuación dejando algunos consejos para su prevención y detección.
¿Cómo detectarlo? Los síntomas de alarma del ictus son los siguientes:
– Dolor intenso y repentino de cabeza.
– Afectación de la visión, visión borrosa o pérdida de ella.
– Dificultad para hablar y entender, comisura labial torcida.
– Pérdida del equilibrio y la estabilidad.
– Pérdida de fuerza o sensibilidad de las extremidades.
¿Cómo actuamos?
Para confirmar la sospecha se establecen tres pautas a seguir de (FAST):
– Face: Pedir que sonría y saque la lengua para comprobar la posible existencia de parálisis cerebral y la torcedura de comisura.
– Arm: Pedir al sujeto que levante los brazos para comprobar la debilidad y pérdida de fuerza de sus extremidades.
– Speech: Hacer preguntas concretas para detectar problemas de lenguaje y/o comprensión.
– Time: Pedir ayuda a emergencias y acudir al hospital lo antes posible.
Las secuelas del ictus tienen un impacto importante en la calidad de vida del paciente y de su entorno social, principalmente familiar, ya que puede suponer un cambio en la autonomía del paciente, incrementando así su nivel de dependencia.Desde el área de psicología destacamos la importancia del abordaje de las secuelas emocionales que esto supone para alcanzar una mayor integración del paciente a su entorno social y consiguiendo una mejor calidad de vida, ya que es común que aparezca sintomatología propia del estrés y la ansiedad por la no aceptación de su estado actual y falta de seguridad ante su entorno.
Para disminuir su prevalencia se recomienda evitar factores como:
– Tabaquismo.
– Consumo de drogas y alcohol.
– Diabetes – Alimentación no saludable.
– Hipertensión arterial.
– Enfermedades cardíacas como fibrilación auricular.
Vanesa Mercedes Martínez Garcia. Psicóloga Sanitaria Colegiada Número AO 11300